Es el personaje más emblemático de carnaval. Su disfraz se
compone de unos cuernos de macho cabrío, una piel de macho cabrío, una camisa
de lana, una saya (falda aragonesa) calcetines de lana, abarcas(alpargatas
típicas aragonesas) la cara ennegrecida con hollín, un tronco de unos 3,4
metros con los que golpea el suelo y cencerros con los que emitir un sonido
estridente. Los jóvenes del pueblo dan vida a este personaje y simboliza el
paso de la infancia a la madurez, paso importante en la vida de los habitantes del valle ya que, para ellos, el año no va de enero a diciembre si no de Carnaval a Carnaval.
La tranga es una fusión entre hombre y animal, representando
así los aspectos animales que existen en la condición humana, es decir, una
idea y una convicción de que el ser humano es un animal más y, como cualquier
otro, tiene instintos primarios. Representa la bravura de la juventud y la
fertilidad que se potencia con la llegada de la primavera, para ello imita la
actitud de un animal bravo e indomable; sus movimientos son impredecibles,
asusta por placer y demuestra su superioridad física con continuas carreras,
saltos etc. La función ``principal´´ de la tranga es recoger a la madama en la
puerta de su casa (personaje femenino que explicaremos más adelante) y rondar
por las calles de la villa.
En definitiva, la
tranga simboliza todo lo animal que hay en lo humano, en la continua relación
de hombre y animal para sobrevivir y la idea de que el hombre sigue siendo animal
y sigue perteneciendo al mundo natural, actualmente el ser humano se ha
distanciado tanto de su forma de vida primitiva que la sensación es que no
tenemos que ver nada con los animales o las plantas, que pertenecemos a otro
mundo, el del cemento y mundanal ruido, nuestro bosque es de acero y no de
arboles y nuestras costumbres están alejadas de lo que un día fue armonía con
animales y naturaleza.
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